Estoy segura que has dedicado horas tratando de decidir cómo elegir la mejor estrategia de marketing para vender tus servicios.
Y te entiendo, en mi opinión en el marketing online no todos los caminos conducen a Roma.
Hace unas semanas tuve la oportunidad de asistir a una conferencia en California y decidí contratar el servicio de una persona que conozco para que me llevara al aeropuerto.
Decidí salir temprano para llegar con tiempo al aeropuerto y también consulte con él la hora para estar segura que estábamos reservando suficiente tiempo y por supuesto me dijo que le parecía que teníamos más que tiempo suficiente.
Ibamos conversando en el camino en la autopista cuándo empezó a llover.
Eso si fue una sorpresa porque a mi no se me ocurrió chequear como iba a estar el clima y menos aún si iba a llover.
Las cosas no se veían bien
Los dos podíamos ver como el tráfico se estaba empezando a parar en el autopista, al punto de no moverse.
El conductor se empiezó a poner bien nervioso de que no ivamos a llegar a tiempo al aeropuerto.
Como él estaba preocupado, opté por dejarlo en sus manos y dejar que él se preocupara.
De conversación a monólogo
En medio de su preocupación, El señor empezó a hablar en voz alta: “Y si me salgo en esta salida o quizás en esta otra”.
Yo decidí tratar de no preocuparme con el monólogo que el estaba teniendo.
La cruda realidad en el proceso de toma decisiones
Podía ver como el estaba tratando de decidir que hacer.
Cuándo de repente me dijo: “Generalmente cuando pasan estas cosas me quedo tranquilo y me aguanto el tráfico porque a la final siempre se mueve y nunca sé con qué me voy a encontrar si me cambio de salida en la autopista”.
Me pareció excelente su reflexión, porque justo yo he estado pensando sobre ese tema y como se relaciona con el marketing online.
¿Te estarás preguntando que tiene que ver mi historia con el marketing online?
Entonces, cómo elegir la mejor estrategia de marketing (y por qué cambiar de camino puede conducirte al fracaso)
Es común, elegir una estrategia, trabajar en ella para ponerla en practica, dedicar toda nuestra atención y energía a esta estrategia durante 3 meses.
Sin embargo es posible nuestros resultados no están a donde nos gustaría que estén.
Entonces después de los tres meses, nos decimos a nosotros mismos: ya intente esto suficiente tiempo y no estoy viendo los resultados. Quizás esta estrategia no es la que me va a funcionar.
Voy a intentar hacer la estrategia B.
1. Cada vez que cambias de estrategia empiezas desde cero
Aúnque no lo creas, esta situación ocurre con más frecuencia de lo que piensas
Lo veo suceder no solo con clientes sino también con colegas.
He podido notar como las personas pasan tres meses enfocadisimo trabajando en una estrategia y de repente llega un punto donde se frustran porque hay un problema y entonces en vez de resolver ese problema cambian de estrategia y deciden probar la estrategia B.
2. Lo que realmente sucede cuándo cambias de estrategia
Todo el aprendizaje que lograste en la estrategia A se pierde porque al hacer el cambio y ahora enfocarte en la estrategia B estás empezando desde cero otra vez, cuando es posible que quizás estabas a solo un paso de mejorar tus resultados con la estrategia A.
Volviendo a mi historia y el viaje al aeropuerto
El señor decidió quedarse en su camino.
Esperamos, dejó de llover y el tráfico se empezó a mover.
Llegamos perfecto al aeropuerto sin tener que inventar.
Antes de continuar con el tercer error, quiero compartir una infografía que ilustra: cómo elegir la mejor estrategia de marketing (y por qué cambiar de camino puede conducirte al fracaso).
3. Lo que pasa cuándo no resuelves los problemas
La lección mas importante es entender que más importante aún que la estrategia es tener el compromiso y la paciencia de trabajar en ella.
Es importante entender que cada vez que se presenta un problema este representa una oportunidad de acercarte a tus resultados.
Cada vez que empiezas a trabajar con una estrategia nueva, estás empezando desde cero
Imagínate que dedicas 3 meses a trabajar en la estrategia A.
Los resultados no son los esperados y a los tres meses cambias a la estrategia B.
Haces lo mismo en la estrategia B y tres meses después los resultados no cumplen las expectativas y decides hacer otro cambio y empezar a trabajar en la estrategia C.
Después de 3 meses sucede lo mismo y empiezas a trabajar en la estrategia D.
Ya pasó una año al cambiar a la estrategia D, estás empezando otra vez desde el principio.
El resultado final
Durante un año trabajaste con cuatro estrategias distintas y los resultados no fueron los esperados.
Ahora quiero que por un momento te imagines, si simplemente te hubieras mantenidos enfocado trabajando en la estrategia A, lo más probable es hubieras superado el problema que tenías y eso te hubiera permitido avanzar.
Es importante tratar de manternos en el camino que nos hemos, porques simplemente el hecho de que no estés viendo los resultados que esperabas no quiere decir que no vas por un buen camino.
De hecho puede ser que estés a un paso de superar las dificultades y empezar a ver resultados.
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